Importancia Del Cuento En El Niño

Es una actividad que brinda mucha diversión y podremos iniciarla a temprana edad, de manera que formará parte de las rutinas diarias, el adulto podrá compartirlo con el niño todas las noches, no como medio para nombrar objetos sino para analizar el significado que tienen sus láminas o fotografías.

Los pequeños se familiarizan con éstos, les gusta escucharlos una y otra vez, les resulta agradable conocer lo que sigue y así la próxima vez que se comparta el mismo cuento, estará en condiciones de «predecir» lo que sucederá, ésta es una de las funciones del lenguaje, si él inicia su uso, el proceso de aprendizaje será el adecuado.

Otra será el «reportar» eventos observados en dichas láminas, escuchados de los padres e imitados por ellos. Los adultos deben realizar preguntas de manera que no se sientan interrogados ni evaluados, darle pautas divertidas para que sienta interés en relatar lo que está observando, así la comunicación fluirá naturalmente.

De igual manera aprenderá a utilizarlo para «razonar» («justificar o dar razones»).

Si en la lámina en cuestión, alguien está llorando, sabrá que existe una causa para ello, con el tiempo podrá ser expuesto a situaciones que le permitan usar razonamiento con preguntas como: ¿por qué está triste? ¿qué crees que le pasó, como resultante de esta experiencia aprenderá a «proyectar» sus sentimientos es decir expresar emociones y entender que otras personas también las sienten, constituyendo la base del respeto, tolerancia, comprensión hacia los demás.

Los cuentos deben ser utilizados también con aquellos que tengan necesidades especiales. Para compartirlo será necesario tomar en cuenta algunas pautas como: establecer el tema, identificar el personaje principal, dar una idea central, en cada lámina, asegurarnos de tener su atención, detenernos si es necesario, utilizar lenguaje claro inicialmente simple.

Hacer que los personajes hablen mantiene su atención y le divierte, sobre todo si usamos pequeños cambios de inflexión en la voz, etc. Pero sobre todo permitir su participación. Con el tiempo se incrementará el vocabulario que utilicemos y la complejidad del mismo, todo está en la habilidad e imaginación que pongamos al compartirlo, podemos aprender mucho junto con nuestros hijos.

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