¿Por qué a mi Hijo le sucedió esto?

Es una de las preguntas que, en mayor número de ocasiones han realizado los padres que acuden a mí consulta, para saber lo que sucede, considerando que al hermano o hermana mayor le dieron las mismas condiciones de estimulación.  

La respuesta que les doy es que: todos los pequeños son diferentes.

La dificultad en la adquisición del lenguaje puede estar determinada por varios factores: trastornos neurológicos o malformaciones congénitas, producidas en el desarrollo embrionario o de tipo hereditario, físico debido a alteraciones en la musculatura o elementos maxilofaciales, alteración de tipo sensorial como las pérdidas auditivas, factores ambientales y o emocionales como, la sobreprotección, habla distorsionada o infantil en casa, ambiente poco estimulante, etc.

Los padres son fuente importante de información, que nos permitirá conocer cuáles son las condiciones evolutivas, de su hijo, desde el momento de la concepción:   alimentación correcta de la madre durante el embarazo, control durante la gestación, detalles del parto, estado neonatal, hábitos alimenticios de bebé, enfermedades durante desarrollo, etc. Así podremos determinar las razones causantes de las dificultades en el desarrollo adecuado del lenguaje.

El siguiente paso en la evaluación, será determinar el nivel en el que se encuentra, en relación con su edad cronológica, en las áreas: comprensiva y expresiva, dentro de ésta la estructuración gramatical y claridad de articulación. Si es necesario se pedirá evaluaciones de otros profesionales. El trabajo Integral y multidisciplinario es importante.

Muchos pequeños que crecen en la ciudad, donde las condiciones ambientales como la contaminación, el clima y otros aspectos, desarrollan una predisposición alta, de adquirir afecciones gripales, que, en muchas ocasiones, son acompañadas de una baja auditiva que puede prolongarse, de manera que interfiere en la recepción adecuada de los sonidos del habla. Esta alteración se puede reconocer fácilmente en muchas ocasiones.  Alerta a estos procesos, los dolores de oído, cambios en su conducta, la molestia, pasividad, etc.

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