El Trabajo Con Neuronas Espejo Podría Corregir Síntomas En Niños Con Trastornos Del Espectro Autista

En el año 1995, el neurofisiólogo Giacomo Rizzolati realizó un descubrimiento importante, un grupo de células que se denominarían neuronas espejo, de gran relevancia para los procesos comunicativos. En base a años de estudio e investigación, Rizzolati llegó a la conclusión de que alteraciones o mal funcionamiento en este grupo de células, ubicadas en el área de  Broca, tienen una relación directa con la afectación en varios aspectos comunicativos en niños con trastornos del espectro autista.

Este grupo celular, constituido por neuronas motoras, se activa al ejecutar una acción. Al observar una acción realizada por otro individuo (estímulos visuales) y al escuchar algo relacionado con dicha acción (estímulos auditivos), este proceso se relaciona directamente con el aprendizaje, el desarrollo del lenguaje, la socialización y la empatía.   Los científicos sugieren que los síntomas relacionados con el deterioro de la comunicación, (poca expresión de las emociones,  dificultad de entender a las personas, empatizar, imposibilidad de imitar), coinciden con las funciones de este grupo de neuronas.

Por un lado, un estudio reciente realizado por Mirella Dapretto, realizado en la Universidad de California, tuvo por objetivo medir mediante resonancias magnéticas la actividad de las neuronas espejo en un grupo de pequeños que miraban expresiones faciales de emociones. Los resultados determinaron que los niños que presentaban trastornos del espectro autista mostraron menor actividad de dicho grupo neuronal en relación con niños que  presentaban un desarrollo normal.

Por ello, la autora concluye que  el sistema de neuronas permite crear un modelo de comportamiento a través de imitaciones de expresiones corporales, lo que lo llevará a reflejar emociones, sobre todo si el diagnóstico es obtenido en forma temprana, es decir, si los síntomas se evidencian durante los 6 y 15 meses de edad. Estos síntomas pueden ser el escaso o nulo contacto visual con otras personas, acciones repetitivas o  acciones sin intención comunicativa. La doctora Dapretto además indica que pueden existir resultados positivos en los procesos de rehabilitación que se identifican de manera precoz, interfiriendo en la interacción con el entorno.

Por otro lado, investigaciones de este grupo neuronal espejo realizadas por la autora Caroline Catmur de la Universidad de Oxford, sugieren que este mal funcionamiento de las neuronas espejo no es congénito y que puede ser modificado con adecuado entrenamiento, como actividades sensorio-motoras. El objetivo en la rehabilitación sería lograr el paso de la imitación a la empatía; es decir, colocarse en el lugar del otro para comprender lo que  está experimentando o sintiendo. Lograr que capte el modelo de conducta de otras personas hasta llevarlo a interiorizar acciones con sentimientos.

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